HISTORIA DE LA NAVIDAD
Nuestras tradiciones navideñas no están tan ligadas a
las conmemoraciones católicas como pensamos. Elementos que consideramos
representativos de nuestra fe, como la Noche de las Velitas, La llegada
de los Reyes Magos y hasta la Novena de Aguinaldos son más expresiones y
adaptaciones culturales que celebraciones inscritas en el verdadero
sentido de la Iglesia Católica.
Cuándo Nació el Niño Dios?
Cuándo Nació el Niño Dios?
Para empezar no existe ninguna prueba de que el
nacimiento de Jesús fuera por esta época. El evangelio que narra con más
detalles la llegada de El Salvador es el de San Lucas. Este evangelista
describe un paisaje seco y cálido, imposible en diciembre y tal vez más
similar a la primavera, abril o marzo.
El Padre Víctor Ricardo Moreno Olguín, delegado de
comunicaciones de la Arquidiócesis de Bogotá, sostiene que la fiesta
original de la media noche del 24 de diciembre es la Fiesta del Sol,
propia del Imperio Romano, el cual celebraba el solsticio de invierno
más no la llegada del Niño Dios. "Esa era una fiesta pagana que los
cristianos adoptaron, interpretando que para ellos la llegada del sol o
de la luz a la tierra era el mismo nacimiento de Jesús", agrega el Padre
Víctor, quien aproxima esta fusión de celebraciones al siglo III.
No es entonces sorprendente que muchos otros
elementos de nuestra Navidad sean de origen pagano. El Árbol de Navidad,
por ejemplo, es una tradición nórdica. Según el Padre Víctor, el pino
es el único árbol que se conserva frondoso y vivo en invierno, por eso
le rendían un culto especial. Otras versiones apuntan a que los nórdicos
adornaban con piedras y telas de colores a los árboles que se habían
quedado desnudos durante el otoño para evitar que su espíritu se
escapara. En cualquier caso, Estados Unidos adoptó esta tradición y en
la segunda mitad del siglo XX lo hizo Latinoamérica. El Árbol de Navidad
dejó de contradecir las tradiciones cristianas hace muy poco, en 1982
cuando el Papa Juan Pablo II puso por primera vez uno de estos en la
Plazoleta de San Pedro en la Ciudad del Vaticano.
El pesebre, en cambio, sí tiene sus orígenes en el cristianismo. "Fue
San Francisco de Asís en el siglo XII quien representó el nacimiento con
personas de un pueblo italiano. Desde entonces se difundió esta
tradición que llegó a nosotros con la evangelización española, después
de 1495, cuando llegaron los primeros misioneros al Nuevo Mundo",
sostiene el Padre Víctor.